El abuso sexual se ha convertido en un problema de gran magnitud, pues ha sido durante décadas un delito que han sufrido las víctimas en silencia, y ahora parece que hay una mayor sensibilización social, lo que ha hecho que las víctimas que hasta ahora han permanecido calladas denuncien.
Desde un punto de vista pericial se suelen plantear dos cuestiones: por un lado la credibilidad del testimonio, y por otro la valoración de las secuelas. Desde hace un tiempo se vienen aplicando técnicas de dudosa validez y fiabilidad, cuyos autores afirman que pueden determinar si el relato de la supuesta víctima es o no creíble. Por ello, los profesionales del Grupo Senes han tenido que emitir informes periciales y ratificando en sala para aclarar la utilidad de estas técnicas.
Las situaciones en las que más frecuentemente se produce una demanda de abuso sexual infantil son:
ENTORNO FAMILIAR: donde el agresor es un familiar directo del menor. En muchas ocasiones la denuncia se produce en el contexto de un divorcio contencioso donde una parte acusa a la otra de ser el agresor.
ENTORNO SOCIAL Y ESCOLAR DEL MENOR: en estos casos al agresor es un profesional que trabaja con menores (colegios, centros sociales y recreativos, etc) donde el menor acude regularmente y sufre los abusos.
Las denuncias de abusos sexuales suelen estar relacionadas con contextos familiares conflictivos donde también se suele argumentar la existencia de Síndrome de Alienación Parental, un diagnóstico muy controvertido en la actualidad. Por otro lado, en estas denuncias se suele plantear el problema de la fiabilidad de la memoria a la hora de relatar hechos acontecidos hace años. Frente a estos relatos hay dos enfoques, por un lado el de los falsos recuerdos inducidos (False Memory Syndrome), y por otro el de los recuerdos reprimidos.
Los profesionales del Grupo Senes tenemos una amplia experiencia en la valoración de casos de abuso sexual infantil, tanto en denuncias individuales como de grupo.
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