La violencia de género se ha convertido en un problema de primera magnitud en España. Desde las reformas de 2004 existen juzgados especializados en la investigación y enjuiciamiento de la Violencia de Género. En estos casos es necesaria la evaluación pericial tanto de la víctima como del perpetrador. En la víctima suelen existir secuelas de diverso tipo desde trastornos de adaptación hasta trastornos de estrés postraumático graves que dificultan el funcionamiento en la vida cotidiana de la mujer y de sus hijos.
Por otro lado, suele ser necesaria una adecuada gestión de riesgos para prevenir futuras agresiones. Para ello es preciso disponer de una detallada evaluación del perpetrador y aclarar los factores que influyen en la conducta violenta, que pueden ser culturales, educativos, rasgos de personalidad anómala, adicciones u otros trastornos mentales más graves.
Finalmente, no se pueden desligar de los casos de violencia de género el problema la valoración de la capacidad para ejercer el derecho de visitas por parte del perpetrador a sus hijos menores de edad.