La reciente presentación de la Comisionada de Salud Mental del Ministerio de Sanidad de España ha suscitado numerosas críticas de las asociaciones de psiquiatras, debido a los comentarios por algunos de los participantes en el acto hacia a la Psiquiatría en general. En este post quisiera hacer algunas reflexiones sobre las funciones que parece que va a tener este Comisionado, y que recuerdan mucho a lo que ocurre en algunos países autoritarios donde se han creado los llamados "Ministerios de la Felicidad".
Un Ministerio de la Felicidad, como concepto de política gubernamental, busca promover el bienestar general y la satisfacción en la vida de los ciudadanos a través de diversas iniciativas y políticas públicas. La finalidad principal de tal ministerio podría incluir varios aspectos:
Promoción del bienestar emocional y psicológico: Este tipo de ministerio podría implementar programas destinados a mejorar la salud mental de la población, ofreciendo recursos como terapia gratuita o accesible, programas de bienestar en escuelas y lugares de trabajo, y campañas de concienciación sobre la salud mental.
Mejora de la calidad de vida: A través de políticas que aseguren acceso a servicios básicos como salud, educación, y vivienda de calidad, un Ministerio de la Felicidad podría trabajar para reducir las desigualdades y mejorar las condiciones de vida de todos los ciudadanos.
Fomento de la cohesión social y comunitaria: El ministerio podría organizar eventos y actividades que promuevan la inclusión social, la cultura, y los valores comunitarios, ayudando a fortalecer los lazos entre diferentes grupos y comunidades.
Evaluación de políticas públicas: Implementar medidas para evaluar cómo distintas políticas afectan la felicidad y el bienestar de la población, permitiendo ajustarlas para maximizar su impacto positivo.
Promoción de estilos de vida saludables: Campañas y programas que incentiven la actividad física, una alimentación balanceada, y otros hábitos de vida saludables que están directamente relacionados con una mayor felicidad y satisfacción en la vida.
Este enfoque de gobernanza se basa en la idea de que la felicidad y el bienestar general deberían ser considerados como metas importantes de desarrollo, comparables a objetivos económicos tradicionales como el crecimiento del PIB. En algunos países, como Bután, el concepto de felicidad nacional bruta es utilizado como una medida del progreso, enfatizando que el desarrollo sostenible debe incluir el bienestar emocional y espiritual de los individuos.
Varios países han implementado iniciativas gubernamentales orientadas específicamente a promover la felicidad y el bienestar de sus ciudadanos, aunque con diferentes nombres y enfoques. Aquí algunos ejemplos destacados:
Emiratos Árabes Unidos: En 2016, los Emiratos Árabes Unidos establecieron un Ministerio de Estado para la Felicidad. La función de este ministerio es integrar la felicidad en las políticas gubernamentales, con el objetivo de mejorar el bienestar de los ciudadanos. El ministerio trabaja para alinear y priorizar todas las políticas, programas y servicios del gobierno para maximizar el bienestar general de la población.
Bután: Aunque Bután no tiene un "Ministerio de la Felicidad" per se, es bien conocido por su enfoque en la Felicidad Nacional Bruta (FNB) en lugar del Producto Interno Bruto (PIB). Este enfoque incluye factores como la sostenibilidad ecológica, la salud cultural, la gobernanza responsable y el bienestar económico y mental de los ciudadanos. El gobierno de Bután lleva a cabo políticas para asegurar que el progreso no se mida solo en términos económicos sino también en el bienestar y la satisfacción de su gente.
Venezuela: En 2013, Venezuela anunció la creación de un "Viceministerio para la Suprema Felicidad Social del Pueblo". Este órgano se estableció con el propósito de coordinar las misiones y programas sociales del gobierno para asegurar el bienestar de los ciudadanos, especialmente aquellos en situaciones de pobreza y exclusión.
Madhya Pradesh, India: En 2016, el estado de Madhya Pradesh en India creó un departamento dedicado a la felicidad, conocido como "Anand Vibhag" (el Departamento de la Felicidad). El objetivo era medir y promover el bienestar de los ciudadanos a través de actividades y programas que fomenten la felicidad. Los resultados han sido muy pobres y han sido criticados en la prensa local.
¿Qué es la felicidad?
La felicidad es un estado emocional caracterizado por sentimientos de alegría, satisfacción y bienestar general. Es una experiencia subjetiva que varía ampliamente entre individuos y puede ser influenciada por una multitud de factores, tanto internos como externos. Aquí se describen algunos aspectos clave de la felicidad:
Emocional: En términos simples, la felicidad se asocia con sentirse bien. Las personas felices a menudo experimentan una gama de emociones positivas que incluyen alegría, orgullo, gratitud y amor.
Cognitiva: Desde un punto de vista cognitivo, la felicidad puede implicar una evaluación positiva de la vida en general. Las personas pueden considerarse felices si sienten que su vida es significativa, que están logrando sus objetivos o que están satisfechas con su situación de vida.
Temporal: La felicidad puede variar en duración. Puede ser una alegría breve y momentánea o un sentimiento más prolongado de contentamiento y satisfacción.
Influencia de factores externos e internos:
Externos: La felicidad puede ser influenciada por factores como relaciones saludables, estabilidad económica, logros personales y profesionales, y el entorno en el que vive una persona.
Internos: Las actitudes, las expectativas, la resiliencia y otros rasgos de personalidad también juegan un papel crucial. La manera en cómo las personas interpretan sus circunstancias y gestionan sus emociones puede afectar significativamente su experiencia de felicidad.
Filosófica y culturalmente dependiente: Las concepciones de la felicidad también pueden variar culturalmente y filosóficamente. En algunas culturas, la felicidad está más relacionada con el bienestar colectivo y las relaciones armoniosas, mientras que en otras puede enfocarse más en el logro personal y la autonomía.
Felicidad eudaimónica vs. hedónica:
Hedónica: Se centra en la búsqueda del placer y la evitación del dolor. La felicidad hedónica se relaciona con la satisfacción inmediata de deseos y necesidades.
Eudaimónica: Se basa en la realización del potencial personal y el vivir de acuerdo a valores profundos. La felicidad eudaimónica se asocia con tener un propósito y encontrar significado en la vida.
La felicidad es un fenómeno complejo que implica una mezcla de experiencias emocionales, evaluaciones cognitivas y una variedad de influencias personales y externas. La búsqueda de la felicidad es un aspecto fundamental de la experiencia humana, variando considerablemente entre individuos y culturas.
La salud mental
En este otro post hago un análisis más detallado sobre el concepto de salud mental.
La salud mental es un aspecto crucial del bienestar general de una persona, y se refiere a su estado emocional, psicológico y social. Afecta a cómo pensamos, sentimos y actuamos en nuestra vida diaria. También determina cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones. A continuación, se describen algunos componentes y características importantes de la salud mental:
Funcionamiento Emocional: Incluye la capacidad de una persona para procesar y expresar emociones de una manera saludable. Esto abarca tanto la capacidad para disfrutar la vida y recuperarse de experiencias negativas, como la habilidad para lidiar con el estrés y adaptarse a cambios y adversidades.
Funcionamiento Psicológico: Se refiere a los procesos mentales que incluyen el pensamiento, el aprendizaje y la memoria. Una buena salud mental permite a las personas comprender y manejar sus propias capacidades, trabajar productivamente y contribuir a su comunidad.
Funcionamiento Social: La salud mental afecta la manera en que las personas establecen y mantienen relaciones. Una buena salud mental promueve relaciones saludables y efectivas comunicaciones con los demás.
Bienestar y Equilibrio: Implica la habilidad de encontrar un equilibrio entre las actividades de la vida, los esfuerzos para alcanzar la resiliencia psicológica y el cuidado de la salud física. La gente con buena salud mental puede mantener un equilibrio general y enfrentar las demandas normales de la vida.
Resiliencia: Esta es la capacidad de recuperarse de la adversidad, trauma o estrés significativos. La resiliencia no significa ausencia de dificultad, sino la habilidad para enfrentar y superar problemas y volver a un estado de bienestar.
Prevención y Tratamiento: La salud mental puede ser cuidada y mantenida a través de prácticas preventivas como la terapia, el ejercicio, una dieta adecuada, suficiente descanso y manejo del estrés. Además, puede ser necesario el tratamiento médico y psicoterapéutico para trastornos mentales específicos.
La salud mental no es solo la ausencia de trastornos mentales. Es un estado de bienestar que permite a las personas realizar su potencial, manejar las tensiones normales de la vida, trabajar de manera productiva y contribuir a su comunidad. En un sentido más amplio, una buena salud mental implica un sentido de satisfacción, disfrute de la vida, curiosidad, resiliencia y la capacidad de lidiar con situaciones difíciles de manera efectiva.
Relación entre Salud Mental y Felicidad
Aunque están relacionadas, no son intercambiables. Una persona con buena salud mental no necesariamente se siente feliz todo el tiempo, y una persona que experimenta felicidad no necesariamente tiene buena salud mental. Por ejemplo, alguien puede sentirse temporalmente feliz debido a un evento positivo, pero aún así luchar con trastornos mentales como la depresión o la ansiedad.
La buena salud mental, sin embargo, puede hacer que sea más fácil experimentar y sostener la felicidad. Del mismo modo, períodos regulares de felicidad pueden contribuir a una mejor salud mental, formando un ciclo de influencia positiva. Por lo tanto, aunque distintos, ambos conceptos se interconectan y afectan significativamente la calidad de vida general de una persona.
Condiciones de vida, felicidad y salud mental
Todo profesional de la salud mental que trabaje en el sistema público sabe que las personas que tienen malas condiciones de vida (familiares, económicas y laborales) son más infelices y tienen más problemas de salud mental. También sabemos que a las personas que tienen menos ingresos económicos se les prescriben más ansiolíticos y antidepresivos. Y también sabemos que si las condiciones de vida mejoraran en estas personas la gran mayoría no necesitaría esta medicación, y ni siquiera tendrían un problema de salud mental.
Sin embargo, desde el entorno del Comisionado de Salud Mental se lanza el mensaje de que se están medicalizando los problemas que son sociales o económicos. También se dice que somos los médicos (los de atención primaria y los psiquiatras) que sólo sabemos recetar medicación y que no tenemos una perspectiva psicoterapéutica. Parece un sarcasmo que, sabiendo cómo están las listas de espera para una primera consulta en un centro de salud mental, sabiendo como están los médicos de atención primaria, lleguen determinados estamentos políticos a criticarnos por medicalizar los problemas sociales.
Muchos profesionales de la salud mental nos dedicamos a ayudar a las personas a sobrellevar de la mejor manera posible sus malas condiciones de vida. Les ayudamos a que si tienen insomnio proque no saben cómo van a pagar el alquiler a fin de mes, por lo menos puedan dormir un poco. A que si tienen crisis de ansiedad en el trabajo por las condiciones de explotación que sufren puedan controlarse. A muchos les ayudaría mucho una intervención psicoterapéutica que, simplemente, no está disponible. Aunque hay muchos más donde la psicoterapia tampoco va a solucionar mucho más.
Ya me he ocupado en otro post del concepto de buenismo y su aplicación en salud mental. Creo que al argumento de la medicalización de los problemas sociales se podría responder que determinados políticos están reconvirtiendo (resignificando mas bien) el sufrimiento de mucha gente en un problema de salud mental. Pero donde el equipo del Ministerio de Sanidad se equivoca es que la empatía, y una actitud de escucha (buenismo), no son suficientes para solucionar las dificultades de la vida cotidiana.