Leo, con sorpresa, una editorial publicada en el último número (Enero 2022) de la revista de Psiquiatría con mayor factor de impacto, World Psychiatry, y que está editada por la Asociación Mundial de Psiquiatría. Los autores defienden la idea de que es necesario que se reconozca una nueva especialidad denominada Psiquiatría de la Juventud (Youth Psychiatry), que se tendría que diferenciar claramente de la Psiquiatría de la infancia y de la adolescencia, y de la Psiquiatría de adultos. Consideran que hay un intervalo de edad desde la mitad de la adolescencia hasta los primeros años de la tercera década donde la patología psiquiátrica exige de los profesionales unas habilidades específicas, distintas de las que tienen los psiquiatras de la infancia y la adolescencia, y los de adultos. Exponen varios argumentos:
La transición que tienen los adolescentes con patología psiquiátrica desde los servicios de Psiquiatría infanto - juvenil a los de adultos es complicada. Sobre esto afirman:
"La transición de los servicios para niños y adolescentes centrados en la familia a modelos de servicio para adultos es demasiado dura, y muchos jóvenes no pueden participar y se quedan en el olvido".
Añaden que esta transición complicada de una red asistencial a otra incrementa el riesgo de suicidio.
En este intervalo de edad se producen ciertas crisis que los psiquiatras tenemos que ayudar a resolver. Destacan que hace falta desarrollar también una Psiquiatría de los estudiantes. Los autores del editorial argumentan:
"Este período entre la mitad de la adolescencia y los primeros años de la veintena también coincide con muchos cambios significativos en la vida, como mudarse del hogar familiar, la transición a la educación de tercer nivel, comenzar una nueva carrera y comenzar (y terminar) nuevas relaciones románticas. Además, la pandemia de COVID-19 ha generado una creciente preocupación por el bienestar de los jóvenes, ya que los hitos normativos del desarrollo y los factores de protección se han visto afectados. El campo de la “salud mental del estudiante” o “psiquiatría del estudiante” también está emergiendo como una nueva área de interés. La vida universitaria puede descubrir o empeorar problemas de salud mental preexistentes".
Hay un conjunto de trastornos mentales que requieren habilidades específicas en este grupo de edad:
"Existen brechas conocidas en el conjunto de habilidades dentro de la psiquiatría de niños, adolescentes y adultos cuando se trata de problemas de salud mental de adultos jóvenes, como el tratamiento del trastorno por déficit de atención/hiperactividad persistente, el manejo de los trastornos del espectro autista y otros trastornos del neurodesarrollo, el manejo del uso de múltiples sustancias y trastorno de personalidad emergente, atención de crisis para comportamientos suicidas y evaluación y tratamiento de psicosis de nueva aparición".
Iniciativas en algunos países: los autores recogen que ya hay programas de formación acreditados, por ejemplo en Australia, y recientemente en Irlanda. En Irlanda ya se ha creado la sección de Psiquiatría de jóvenes y estudiantes.
Reflexiones respecto a la situación en España: con la reciente creación de la especialidad de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia se impone hacer una breve reflexión. En la norma aprobada se establecen las dos especialidades (infanto juvenil y adultos) como dos compartimentos estancos, unos se encargan de niños y adolescentes, y otros de adultos. El artículo 2 se refiere al perfil de los especialistas y dice literalmente:
1. La médica/o especialista en Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia es la/el profesional sanitaria/o con competencia para la promoción de la salud mental y la prevención, diagnóstico, pronóstico, tratamiento y rehabilitación de los trastornos mentales, incluidos los trastornos del neurodesarrollo, y del comportamiento que afectan a los niños, a los adolescentes y a sus familias.
2. La médica/o especialista en Psiquiatría es la/el profesional sanitaria/o con competencia para la promoción de la salud mental y la prevención, diagnóstico, pronóstico, tratamiento y rehabilitación de los trastornos mentales y del comportamiento de los adultos.
Creo que el diseño que se ha hecho de la especialidad va contra las tendencias del conocimiento actual en nuestra profesión. La Asociación Mundial de Psiquiatría considera que en la franja de edad entre la mitad de la adolescencia y el comienzo de la tercera década tienen que actuar psiquiatras infanto-juveniles, o de adultos, que tengan la formación adecuada.
La brecha de edad entre las dos especialidades de la psiquiatría en España ya se ha establecido de forma administrativa. No parece que vayamos por el buen camino.
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